GRILLO TOPO
A principios del siglo XX, Sudamérica exportó a Estados Unidos los Grillos Topos, siendo actualmente la plaga número uno en espacios verdes y canchas de golf en ese país, donde provoca pérdidas de más de 30 millones de dólares al año. Actualmente en Argentina, no se ha evaluado eficientemente estos daños, pero cada vez son más y muy visibles.
Los Grillos Topos pertenecen a la misma familia de los grillos comunes, Grillotalpidae. Las dos especies más perjudiciales son: El Grillo Topo del Sur (Scapteriscus Vicinus), y el Grillo Topo Gris (Scapteriscus Acletus). Son especies que pasan el mayor tiempo de sus vidas debajo del suelo, por lo tanto son muy difíciles de visualizar e identificar, en consecuencia, su control se torna muy dificultoso. Estos insectos producen túneles en el suelo, y perforan los primeros 20 cm de profundidad, en ciertas circunstancias pueden profundizar hasta los 70 cm. La especie más agresiva y voraz es el Grillo Topo Gris, se alimenta de las raíces de los vegetales, y en condiciones de noches cálidas, sale al exterior llegando a devorar brotes y hojas tiernas. El Grillo Topo del Sur es más bien depredador, se alimenta de otros insectos y de materia orgánica, pero su daño está en la cantidad de túneles que efectúa a su paso. Son grillos grandes miden de 32 a 39 mm de longitud. Colocan huevos en cámaras que están a una profundidad de 15 cm debajo del suelo, y lo más importante es que una hembra pueda puede excavar de 3 a 5 cámaras, y colocar aproximadamente 35 huevos en cada una. Esto resulta en una postura de 100 a 175 huevos por hembra y por año. Esta oviposición ocurre entre septiembre y noviembre, dependiendo de varios factores (humedad y temperatura principalmente). Veinte días después nacen las pequeñas ninfas, que comienzan a alimentarse muy activamente. La ninfa es como el adulto, más chiquito y sin alas, y en total existen entre 6 y 7 estadios ninfales que son los de mayor ataque y daño, provocando y ocupando grandes y largos sistemas de túneles en el suelo antes de llegar a las formas adultas. Las ninfas son saltarinas, pero los adultos no. El primer par de patas los tiene modificados lo cual les permite ser grandes excavadores en la tierra. Los adultos son alados y tienen una gran capacidad de vuelo. El rango de vuelo no está aún bien clarificado pero pueden llegar hasta 3 km, con una autonomía de 40 minutos.
Se alimentan de una variedad de raíces de plantas, tubérculos y tallos subterráneos y han causado severos daños en siembra de tabaco, ornamentales, caña de azúcar, tomates y otros vegetales. Las raíces pueden ser comidas en cualquier momento, y en las noches cálidas frecuentemente abandonan sus cuevas para alimentarse sobre la superficie. Los daños más serios causados por los grillos topos son en el césped, donde virtualmente pueden destruir el sistema radicular. Debido a la importante pérdida de masa radicular, se observa un decaimiento y pérdida del césped. En esas zonas se pueden observar pequeños montículos de tierra que son acumulaciones de suelo a la entrada de los túneles que ellos cavan.