MOSQUITOS
El mosquito Aedes aegypti es el principal vector de los virus que causan el dengue. Los seres humanos se infectan por picaduras de hembras infectadas, que a su vez se infectan principalmente al succionar la sangre de personas infectadas.
El virus infecta el intestino medio del mosquito y luego se extiende hasta las glándulas salivales en un período de entre 8 y 12 días. Tras este período de incubación, el mosquito puede transmitir el virus a las personas al picarlas con fines exploratorios o alimentarios.
Criaderos de mosquitos
Los mosquitos se encuentran en estadios inmaduros en el agua, sobre todo en recipientes artificiales muy próximos a viviendas y, a menudo, en espacios interiores.
Los estudios sobre el radio de vuelo indican que la mayoría de las hembras de Ae. aegypti pueden pasar toda la vida en el interior de las casas en las que se han convertido en adultos o alrededor de ellas, y que suelen volar unos 400 metros de media.
Esto implica que son las personas, más que los mosquitos, quienes propagan rápidamente el virus en las comunidades o lugares donde residen o de una comunidad o lugar a otro.
Varias especies de mosquito
Las tasas de infección del dengue son más elevadas en espacios exteriores y durante el día, que es cuando los mosquitos del género Stegomyia suelen picar más. No obstante, los mosquitos del subgénero Ae. aegypti se reproducen en espacios interiores y pueden picar en cualquier momento del día. Los hábitats interiores son menos susceptibles a variaciones climáticas, lo que aumenta la longevidad de estos mosquitos.
También se han atribuido brotes de dengue a Aedes albopictus, Aedes polynesiensis y varias especies del complejo Aedes scutellaris. Cada una de esas especies tiene una ecología, una conducta y una distribución geográfica particulares.
Aedes albopictus es básicamente una especie originaria de la selva que se ha adaptado a entornos rurales, suburbanos y urbanos habitados por personas.